El fin de semana pasado fuimos a la playa "chacaya" una playa hermosa y paradisiaca a unos kilómetros de Mejillones. Vivi la experiencia más emotiva y enrriquecedora que jamás había vivido:
- Quedo enterrado mi auto de una manera poco habitual, con decir que entre varios nos demoramos en sacarlo y yo como toda una representante del género femenino tenía miedo, pero cuando logramos sacarlo sonreí de una manera.... que debería haberme sacado una fotito.
- Conocí a los seres más bondadosos, buena gente, sacrificados y poco interesados del planeta, yo que ya pensaba que personas así ya no quedaban en el mundo.... a esos hombres toda mi gratitud.
- Jamás había estado en una playa desierta sin vecinos, siempre hay alguien por algún lado, pero fueron horas donde estábamos solo nosotros y nadie más, sufrí de una sensación de temor, unidad, necesidad, confianza sin medida y lo mejor de todo es que sentí el temor de la naturaleza, ese miedo que al mismo tiempo te produce placer, al ver tan inmenso el cielo, tan sonoro el mar, tan ensordecedor el lenguaje de los lobos marinos y de las aves nocturnas....... sin olvidar a esos insectos "mineros" que con la luz de las velas o cualquier luz asomaban desde debajo de la arena dejando atrás sus pequeños túneles.
- El asombro, Chacaya es una playa muy visitada en verano, por lo cual creí que al salir el sol me encontraría con la terrible realidad; bolsas llenas de basura, botellas plásticas por doquier, envases de copetes varios... pero cual fue mi sorpresa al ver que la gente cuidó a esta playa, que incluso los basureros estaban despejados.
- Pero nada es color de rosa; al querer investigar más allá de nuestra visual, nos encontramos con unos desagradables baños, todos tenemos que ir al baño, pero por que no depositar esos horribles papeles en una bolsita y botarla???????, la heces fecales son algo natural e incluso provechoso para la naturaleza, pero lo demás ya es una cochiná.
- Que rico saber que a unos cuantos kilómetros existe un lugar donde una noche puede ser vientosa, helada; pero despejada e iluminada por los hermosos astros en el cielo. La otra noche puede ser oscura, sin astros, pero cálida y esa calidez lo ilumina todo.
- Conocí un lugar donde el día es como un horno, pero es tan sabia la naturaleza que recién empieza como a las 15 hrs. regalando varias horas de frescura, un lugar donde los atardeceres son sublimes y encantadores.
Creo que me enamoré de esta playa, creo que volvería una y otra vez... aprendí que disfrutar de la naturaleza en medio de las obligaciones laborales, te dan la fuerza y energía necesaria para retomar tus actividades.
Y mi compromiso con esta hermosa playa lo cumpliré; recogeré toda esa basura, cochina y contaminada que afea y daña la costa y sus seres vivos. ¡¡¡¡¡Palabra de Bettitta!!!!!