12 marzo 2008


Que dificil es para ella sentir esa sensación tan nueva, ya casi olvidada... es como un escalofrio en la espalda o en la nuca, algo que la encuentra despistada y errante y le da un tumbo por el aire dejandola caer en el duro cemento... no se si para ella era lo esperado, lo deseado o quizás lo más probable... pero de que es, es y se siente extraña, nueva, asustada y vulnerable, quiere correr lejos, recuperar ese sueño de viajar a la artartida, sacarse toda la ropa, sentir el hielo infernal y por fin sentirse viva... es que esta cansada de verse y sentir desde afuera, quiere un remezón, algo que la conecte, pero de eso queda mucho, tal véz unos años más o una vida más, pero tiene capacidad para esperar. Lo más prudente para ella es la espera, la espera de reencontrarse a si misma y hablar con su corazón el mismo idioma, no separar la mente de su corazón. Solo quiere volver a creer en las personas, sobre todo en el sexo opuesto, ya que muchas veces apostó y perdió... creo que para ella es más seguro apostar a los caballos que a un hombre, pensó en dedicarse al cuidado de algún animal que sustituya la falta de amor, pasearlo por un parque, o una vuelta a la manzana, comprarle ropa en invierno, llevarlo a la peluquería, pero nunca le ha gustado utilizar a la gente menos a un animal, prefiere guardar la distancia y quedarse con sus plantas que ya estan acostumbradas a su vida ajetreada.
Estoy segura que lo que más le afecta es la fe perdida, la fe hacia esa persona que quizo acompañarla en su camino, guiar sus pasos o compartirlos y que la dejó en la cuarta parte, sin siquiera despedirse, solo la dejo con la verguenza de sus errores y no justamente los de ella sino que los de el... siempre crei que así sería pero preferí dejarla vivir, dejarla creer, dejarla crecer aunque sea a sobresaltos, sin advertencia, solo con promesas rotas y sueños sin cumplir.